Vaporizador Facial Casero con Infusiones Hierbales
- MadreTierraPa
- 4 feb 2019
- 3 Min. de lectura
El vapor facial cambiará tu vida descubre sus beneficios

¿Has oído hablar de vapor facial?
El vapor facial ayuda a liberar la piel, destapa los poros y aumentar el flujo de sangre para lograr ese brillo maravilloso de diosa.
¿Cómo se hace?
Coloca una cacerola con agua y lleva a punto de ebullición, añade las hierbas secas espera 15 minutos y retira del fuego.
Vierte la infusión sobre un recipiente resistente al calor, coloca el rostro sobre el recipiente y cúbrete con una toalla para concentrar el vapor caliente mientras éste se eleva y comienza a romper los pequeños pedazos de suciedad y escombros que obstruyen los poros de la cara.
La cocción al vapor caliente fomenta la sudoración, lo que conduce a un mayor enrojecimiento de los poros. El calor del vapor aumenta el flujo de sangre de la piel, lo que significa más oxígeno.
La cocción al vapor facial suaviza la superficie de la piel. También lo hace abierto a la absorción de nutrientes y vitaminas. Por eso el vapor facial cambiará tu vida. Prueba un vapor facial antes de usar una mascarilla de arcilla.
El vapor facial prepara la piel para absorber los activos botánicos que contienen las mascarillas faciales. Tu piel también estará lista para una exfoliación natural y eliminar toda la suciedad, los residuos que tiene superficie de la piel.

Beneficios
Relaja
Drena los senos paranasales (previene eficazmente la sinusitis)
Suaviza la piel
Abre los poros y eliminar puntos negros
Actúa como exfoliante
Mejora la circulación sanguínea de los capilares faciales
Baja la presión arterial
Hidrata la piel
Promueve la producción de colágeno

¿Qué esencias o hierbas debo elegir?
Hay una gran diversidad de aceites, esencias y hierbas que puedes agregar a tus sesiones de vapor y, cada uno de ellas, aporta diferentes beneficios para reparar o mitigar afecciones de la piel o de la salud. Aquí te voy a dar algunas ideas de aromaterapia que te pueden ayudar:
Combate congestión nasal (sinusitis): aceites esenciales de mentol, eucalipto o alcanfor y hojas de menta.
Reduce la ansiedad y estrés: bergamota y aceites de sándalo son muy relajantes, también se puede añadir flores de lavanda o té de manzanilla.
Ayuda a conciliar el sueño: los aceites de lavanda y pachuli son muy buenos por la noche, así como la raíz de valeriana o la manzanilla.
Mitigación del acné: el árbol del té y los aceites de la baya del enebro tienen características antibacterianas naturales. También puede agregar hojas de albahaca o salvia sclarea.
Manzanilla: es un calmante natural que ayuda a aliviar inflamaciones, suaviza la piel y promueve la regeneración celular; además, tiene un efecto aclarador, calmante y limpiador. Es antiinflamatorio y tiene propiedades antiirritantes. Recientemente se empezó a usar en cosméticos (el verde tiene más antioxidantes que el té negro común).
Albahaca: sirve como repelente de mosquitos, por lo que una infusión de flores secas en el agua de baño te relajará y evitará que aparezcan ronchas en tu rostro.
Bamboo: contiene un alto contenido de sílice, un oligoelemento importante sobre todo para la piel. Al envejecer, la cantidad de sílice en el organismo disminuye y esta pérdida trae como consecuencia la resequedad de la piel y la aparición de arrugas y manchas. La administración de sílice exógeno combatirá el envejecimiento de la piel y de otros tejidos.
Lavanda: es relajante, calmante y promueve la regeneración celular. Puede usarse para un baño de tina porque ayuda al relajamiento. Se usa en dermatosis, acné, infecciones cutáneas benignas y heridas; es bactericida, antiséptica y cicatrizante. Es una de las hierbas más usada en cosméticos.
Rosas: limpia los poros a fondo, favorece la circulación de la sangre, vigoriza y tonifica la piel.
Tomillo: se utiliza en dermatosis, forúnculos, heridas y desinfección cutánea. Puedes diluir la esencia en alcohol en una solución jabonosa (para esterilizar las manos).
Romero: las flores de romero pueden reducir las arrugas, incluso las ya existentes.
Menta: tiene propiedades astringentes y un olor muy agradable. Se usa en cosméticos.
Según tu tipo de piel
Piel seca: lavanda, manzanilla, geranio, rosa, jazmín, naranja, patchuli y perejil.
Piel normal: lavanda, romero, naranja, menta, manzanilla, geranio y rosa.
Piel con acné: lavanda, eucalipto, tea tree, limón, ciprés, juníspero y tomillo.
Piel grasosa: romero, limón, mejorana, eucalipto, menta y albahaca.

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